Un epigrama de Marcial

<<Ríe si sabes, ¡oh muchacha!, ríe>>
había dicho, creo, un poeta de Polignos:
pero no lo había dicho a todas las muchachas.
Pero aunque se lo dijera a todas las muchachas,
no te lo dijo a ti: tú una muchacha no eres,
y tres son, Maximina, tus dientes,
pero completamente de pez y boj.
Por esa razón, si en el espejo y en mí crees,
debes temer la risa no de otra forma
a como Espanio el viento y Prisco la mano,
a como la arcillosa Fabula teme el nimbo,
a como la encerada Sabela teme el sol.
Vístete de un rostro más severo
que la mujer de Príamo y su nuera mayor;
los mimos del cómico Filistión
y los convites demasiado viciosos evita
y cualquier cosa de ingeniosa procacidad
que afloja los labios con risa transparente.
Te conviene sentarte junto a una madre afligida
y que llora a su hombre o a su piadoso hermano,
y sólo dedicar tus ratos de ocio a las trágicas musas.
Pero tú, si mi opinión has seguido,
llora si sabes, ¡oh muchacha!, llora.
                                                  (II, 41)

'Ride si sapis, o puella, ride'
Paelignus, puto, dixerat poeta:
sed non dixerat omnibus puellis.
Verum ut dixerit omnibus puellis,
non dixit tibi: tu puella non es,
et tres sunt tibi, Maximina, dentes,
sed plane piceique buxeique.
Quare si speculo mihique credis,
debes non aliter timere risum,
quam uentum Spanius manumque Priscus,
quam cretata timet Fabulla nimbum,
cerussata timet Sabella solem.
Voltus indue tu magis seueros,
quam coniunx Priami nurusque maior;
mimos ridiculi Philistionis
et conuiuia nequiora uita
et quidquid lepida procacitate
laxat perspicuo labella risu.
Te maestae decet adsidere matri
lugentique uirum piumue fratrem,
et tantum tragicis uacare Musis.
At tu iudicium secuta nostrum
plora, si sapis, o puella, plora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario